Bombay Beach es un destino inolvidable con una historia de altibajos y fantasmas. En los últimos años, se ha convertido en un destino popular para aquellos que buscan algo único, fuera de los caminos trillados. Situada en el Mar Salton, Bombay Beach es la comunidad más baja de Estados Unidos, con 223 pies por debajo del nivel del mar. El pueblo ha desarrollado una reputación como pueblo fantasma, y ciertamente tiene la población para probarlo. ¡Su censo de 2010 mostró que sólo 295 vivían en la zona! La estimación de población para 2020 era de 415 habitantes, según el área estadística metropolitana de El Centro, California… así que las cosas van mejorando.
El destino fue un popular lugar de playa desde la década de 1950 hasta la década de 1980. En los 80, el drenaje y el aumento de la salinidad del Mar Salton acabaron por destruir el ecosistema del lago, expulsando a los lugareños de la zona y convirtiendo Bombay Beach en un pueblo fantasma. Sin embargo, en 2018 muchas personas comenzaron a mudarse a la zona, y las estructuras abandonadas del pueblo se convirtieron en un atractivo para los visitantes. The Guardian informó que la comunidad estaba «disfrutando de una especie de renacimiento con una afluencia de artistas, intelectuales y hipsters que la han convertido en un patio de recreo bohemio.» Un festival anual de arte, la Bienal de Bombay Beach, es también un gran atractivo para los turistas.
Los primeros años
En los años 50 y 60, Bombay Beach gozaba del estatus de destino playero de moda. Durante esta época, la cultura playera adolescente estaba en su apogeo, comenzando como contracultura hasta acabar convirtiéndose en una cultura dominante aceptable. Importantes franquicias cinematográficas de la época, como Beach Party y Gidget, encapsularon este fenómeno. Uno de los mejores lugares del SoCal para disfrutar de la cultura playera californiana era la ecléctica Bombay Beach. Famosos como Frank Sinatra, los Beach Boys y Bing Crosby frecuentaban los lujosos resorts junto al Salton Sea, conocidos por sus deportes acuáticos. La zona era tan popular que rivalizaba en popularidad con el Parque Nacional de Yosemite y atraía a medio millón de turistas al año.
Una atracción turística diferente
Bombay Beach empezó a declinar en los años 70, cuando la escorrentía provocó un aumento de la salinidad del lago. Alrededor de los años 80, muchos residentes de Bombay Beach se vieron obligados a marcharse por las inundaciones y el drenaje del Salton Sea. Los residentes que quedan utilizan carritos de golf para desplazarse, ya que la gasolinera más cercana está a 32 km, en Niland. Bombay Beach sólo tiene dos tiendas, una de ellas de conveniencia. El hospital más cercano está a más de 45 minutos, en Brawley. Pero tienen un bar. El bar y restaurante Ski Inn es el único restaurante de la ciudad.
Lo que a Bombay Beach le falta en servicios estándar y población, lo compensa con creces en encanto e instalaciones artísticas únicas.
El «Bombay Beach Drive-In», formado por viejos coches abandonados en un autocine, es la instalación artística más reconocible. Su condición de «ciudad fantasma viviente » ha atraído a muchos fotógrafos, cineastas, exploradores urbanos y turistas. Esta ciudad tiene una rica historia, por lo que visitar sus orillas es una forma de conocer la historia esencial de SoCal mientras se disfruta de una excursión ecléctica.